“Imagina un mundo donde nadie esté dispuesto a amar gratuitamente a otra persona. Es un mundo que parece humano pero en realidad está enfermo”. El Papa Francisco invitó a esta reflexión ante los peregrinos reunidos en la Plaza de San pedro, y ante los enfermos que le seguían a través de una gran pantalla en el interior del Aula Pablo VI.
“Detrás de tantas formas de odio social y vandalismo, se esconde con frecuencia un corazón que no ha sido reconocido”, afirmó Francisco, pero Dios nos muestra el camino a seguir, para curar los corazones heridos. Además, aseguró que “Dios siempre ama el primero, y Dios no nos ama porque en nosotros hay motivos para ser amados”. Dios nos ama gratuitamente. Dios nos ama porque Él es el mismo amor, y el amor tiende a difundirse, a extenderse, a crecer. El Papa Francisco, tomó las palabras de San Pablo para que comprendamos hasta dónde llega el compromiso de su amor por nosotros: “Dios demuestra su amor hacia nosotros, en el hecho de que aunque éramos todavía pecadores, Cristo murió por nosotros”.
El Santo Padre llama hoy a la esperanza del amor, y nos muestra como fluye desde el mismo sacrificio de nuestro Señor, hasta llegar a nosotros con la esperanza pura de que Dios nos ama y nos amará por siempre.
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