Al reanudar la tradicional audiencia semanal en la Plaza de San Pedro, y ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos de numerosos países, el Papa Francisco dio gracias a Dios y a cuantos hicieron posible su peregrinación a Tierra Santa que concluyó el lunes 26 de mayo.
El Santo Padre explicó los tres propósitos de su peregrinación, a saber: conmemorar el encuentro del Papa Pablo VI y del Patriarca Atenágoras, que definió un gesto profético en el arduo pero esperanzador camino hacia la unidad de los cristianos.
Animar el proceso de paz en Oriente Medio, para lo cual alentó a todos a ser constructores de la paz, agradeciendo asimismo a las autoridades los esfuerzos que realizan en favor de los refugiados y su compromiso para apaciguar los conflictos.
Y confirmar en la fe a las comunidades cristianas, que sufren tanto, a quienes les expresó la gratitud de la Iglesia por su valiente presencia en Oriente Medio y su impagable testimonio de esperanza y caridad.
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