“Que el ejemplo de Jesús nos ayude a salir al encuentro de quien está solo y necesitado, para llevar su misericordia y ternura, que sana las heridas y restablece la dignidad de hijos de Dios”. Fue la invocación del Papa Francisco al saludar a los fieles y peregrinos procedentes de España y América Latina que participaron en la audiencia general del quinto y último miércoles de agosto.
En su catequesis el Santo Padre reflexionó sobre la misericordia que ofrece dignidad. Y lo hizo a partir de la lectura de un pasaje del Evangelio de san Mateo que relata la vicisitud de una mujer que padecía hemorragias desde hacía años, y que quedó curada tras tocar el manto de Cristo.
Además el Papa explicó que Jesús admiró la fe de esta mujer a la que todos evitaban y transformó su esperanza en salvación. Porque en el encuentro con Cristo – dijo – se abre para todos, hombres y mujeres de todo tiempo y lugar, el camino de la liberación y de la salvación.
El Papa Bergoglio destacó también en la parte central del relato evangélico el término salvación se repite tres veces. “Con sólo tocar su manto, quedaré curada. Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: ‘Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado’”. Ese “ten confianza, hija”, expresa toda la misericordia de Dios por aquella persona. La “salvación” adquiere múltiples rasgos: ante todo devuelve la salud a la mujer; después la libera de sus discriminaciones sociales y religiosas; además, realiza la esperanza que ella llevaba en su corazón anulando sus temores y su desaliento; y, en fin, la devuelve a la comunidad liberándola de la necesidad de actuar a escondidas. Porque como dijo el Pontífice, la salvación que Jesús da es total, reintegra a la vida de la mujer en la esfera del amor de Dios y, al mismo tiempo, la restablece en su plena dignidad.
Audio de la catequesis del Santo Padre Francisco:
Official vatican Network - Fotos (L'Osservatore Romano")