“Los acompaño en este tiempo de dolor y dificultad, así como agradezco a Dios el servicio que realizan acompañando al Pueblo de Dios”, fueron las palabras de aliento del Papa Francisco en su homilía durante las vísperas con la participación de sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Catedral de San Patricio, de Nueva York. 

En su homilía el Santo Padre después de haber resaltado la belleza de la Catedral de San Patricio, así como el trabajo y el sacrificio de tantos hombres y mujeres, en la edificación de la Iglesia en los Estados Unidos; dijo que “he venido a rezar con ustedes para que nuestra vocación siga construyendo el gran edificio del Reino de Dios en este País. Sé que ustedes, como cuerpo presbiteral, junto con el Pueblo de Dios, recientemente han sufrido mucho a causa de la vergüenza provocada por tantos hermanos que han herido y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”.

Ante ellos el Pontífice centró su meditación en dos aspectos importantes: “Gratitud y laboriosidad: estos son los dos pilares de la vida espiritual que deseaba compartir con ustedes esta tarde”. 

“Sé que muchos de ustedes están afrontando el reto que supone la adaptación a un panorama pastoral en evolución, afirmó el Obispo de Roma, por ello, al igual que san Pedro, les pido que, ante cualquier prueba que deban enfrentar, no pierdan la paz y respondan como hizo Cristo: dio gracias al Padre, tomó su cruz y miró hacia delante”. 

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