El Santo Padre celebró la Eucaristía en el cementerio Laurentino de Roma en el día en el que la Iglesia conmemora a todos los fieles difuntos.
En su homilía pronunciada de manera espontánea, el Papa señaló que, “la liturgia de hoy es realista, es concreta. Nos enmarca en las tres dimensiones de la vida, dimensiones que hasta los niños entienden: el pasado, el futuro, el presente. Hoy es un día de memoria del pasado, un día para recordar a aquellos que han caminado antes que nosotros, incluso nos han acompañado, nos han dado vida. Recordar, hacer memoria. La memoria es lo que hace fuerte a un pueblo, porque se siente arraigada en un camino, arraigada en una historia, arraigada en un pueblo. La memoria nos hace comprender que no estamos solos, somos un pueblo: un pueblo que tiene historia, que tiene pasado, que tiene vida. Memoria de muchos que han compartido un viaje con nosotros, y están aquí. No es fácil de recordar. Nosotros – precisa el Pontífice – muchas veces, estamos cansados de volver atrás y pensar en lo que pasó: en mi vida, en mi familia, en mi gente. Pero hoy es un día de memoria, la memoria que nos lleva a las raíces: a mis raíces, a las raíces de mi pueblo”.
“La imagen que nos hace comprender lo que nos espera – señala el Papa – es la siguiente: La vi descender del cielo, descender de Dios, dispuesta como una novia adornada para su esposo”. Se espera la belleza. Memoria y esperanza, esperanza de encontrarnos, esperanza de llegar donde está el amor que nos creó, donde está el amor que nos espera: el amor del Padre.
“Pidamos hoy al Señor que nos conceda la gracia de no perder nunca la memoria – invoca el Papa Francisco – de no ocultar nunca nuestra memoria, la memoria de una persona, la memoria de una familia, la memoria de un pueblo. Que nos conceda la gracia de la esperanza, porque la esperanza es un don suyo: saber esperar, mirar al horizonte, no permanecer cerrados frente a un muro. Siempre mirar al horizonte y esperar. Y nos dé la gracia de comprender cuáles son las luces que nos acompañarán en el camino para no equivocarnos, y así llegar a donde nos esperan con tanto amor”.
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