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«Experimenten en la Eucaristía y en los demás sacramentos la cercania de Jesús», lo dijo el Papa Francisco la tarde de este martes 4 de Agosto, al encontrar a los más de nueve mil niños y adolescentes que participan en la IX Peregrinación Internacional de Acólitos y Monaguillos – Roma 2015.

En el ardiente verano romano, a las 12 del mediodía del 26 de julio de 2015, el Obispo de Roma reflexionó sobre el Evangelio de la multiplicación de los panes, ante miles de peregrinos que, a pesar del calor intenso, acudieron a la plaza del santuario de San Pedro, para escucharlo y recibir su bendición.

Pidiendo también a María que vele por la Iglesia, y fortalezca los vínculos fraternos entre todos sus miembros, y que, con la ayuda de la Virgen, la Iglesia sea casa de todos, una casa que sepa hospedar, una madre para todos los pueblos. 

Miles de fieles se encontraban a lo largo de las amplias avenidas que convergen en la plaza, deseosos de encontrarse con su Pastor.

En la Santa Misa y Apertura del V Congreso Eucarístico Nacional, el Sucesor de Pedro habló de las muchas madres que pudo ver en estos días “cargando a sus hijos en las espaldas”, “llevando sobre sí la vida, el futuro de su gente, sus motivos de alegría y esperanzas”, pero también las “desilusiones, tristezas y amarguras”, “la injusticia que parece no detenerse y las cicatrices de una justicia no realizada”.

El Santo Padre Francisco se encontró con el Clero, los religiosos y seminaristas de Ecuador en un emocionante encuentro en el Santuario de El Quinche, a quienes les explicó que la Virgen María “discipuleó toda su vida, fue la primera discípula de su Hijo”.

El Papa Francisco durante la misa celebrada la tarde del martes en el Parque del Bicentenario de Quito y dedicada  a la evangelización de los pueblos, profundizó en dos conceptos fundamentales a la hora de llevar la Buena Nueva: la libertad y la unidad.

El Papa Francisco durante su homilía de la Santa Misa dedicada a la familia, en el Parque de Los Samanes de Guayaquil, reflexionó sobre la importancia que tiene el rezar con nuestro familiares, “la fe se mezcla con la leche materna: experimentando el amor de los padres se siente cercano el amor de Dios”.

“El único insustituible en la Iglesia es el Espíritu Santo, y Jesús es el único Señor”, fueron palabras de Papa Francisco ante los miles de fieles que participaron en la apertura del Congreso Nacional de la Renovación en el Espíritu Santo, el primer viernes de julio en la plaza de San Pedro. Una emocionante tarde amenizada con un concierto ecuménico, en la que el Papa trató varios temas durante un discurso totalmente improvisado, y que hizo que la plaza entera siguiera con atención sus palabras a pesar del calor intenso, mezclado también con lluvia intensa, típica del verano romano.

“Voces en oración. Por los mártires de hoy y por un ecumenismo espiritual”, es el lema del Congreso Nacional de la Renovación en el Espíritu Santo que el viernes 3 de julio por la tarde encontró al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.  En efecto, al inicio de la 38 Convocación de la Renovación Católica, más de 30 mil miembros de la Renovación en el Espíritu Santo vivieron un gran momento de fiesta con testimonios y cantos que tuvo como corolario la presencia del Papa, teniendo al centro el pensamiento y la oración por los cristianos perseguidos en nuestros días: cristianos de diversas confesiones pero unidos en lo que el Obispo de Roma ha definido como el ecumenismo de la sangre. Retomando lo dicho por Francisco a la Renovación el año pasado, tres fueron las palabras clave del evento: conversión, adoración, biblia, como frutos de la efusión permanente del Espirítu en el corazón de los creyentes.

Como todos los domingos el Papa Francisco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para rezar junto a los miles de fieles y peregrinos provenientes de Roma y de diversos países del mundo la oración mariana del Ángelus dominical.