“Queridos hermanos y hermanas, no pongamos jamás condiciones a Dios y dejemos en cambio que la esperanza venza nuestros temores. Confiar en Dios, quiere decir, entrar en sus designios sin ninguna pretensión, también aceptando que su salvación y su ayuda lleguen a nosotros de modos distintos a nuestras expectativas”, con estas palabras el Papa Francisco explicó en la Audiencia General del último miércoles de enero, el significado de la esperanza y su relación con la oración y la valentía.