La hospitalidad es una importante virtud ecuménica: significa reconocer que los otros cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Por ello, "trabajar juntos para vivir la hospitalidad ecuménica, en modo especial hacia aquellos cuyas vidas son más vulnerables, nos hará a todos cristianos – protestantes, ortodoxos, católicos, a todos - mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido". Fueron palabras del Papa en la Audiencia General, en la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos.