El pasado sábado 13 de julio, según se había programado, se llevó a cabo la Asamblea de Agentes de Pastoral de la Parroquia “San Miguel Arcángel” de Atalaya. Después del saludo de bienvenida y la oración, dirigida por Padre Marcelino González T., Cura Párroco, procedió a compartir una reflexión sobre el Documento de Aparecida, que sigue siendo muy actual, en cuanto a la invitación a la conversión pastoral que plantea a toda la comunidad eclesial.
Padre Marcelino en su invitación manifestaba a los presentes la necesidad de asumir el reto de ser “evangelizadores con espíritu”. Lo que implica no sólo evocar la presencia del Espíritu Santo para que sea quien dirija la acción pastoral, sino también impregnarse con el ánimo, energía y valor suficientes para comunicar de manera gozosa y convincente el mensaje que el Señor nos encomienda. Se trata, entonces, de asumir una reforma de cada persona a la luz del Espíritu Santo, que va generando la calidad del mensaje que se comunica: porque más que cantidad, Dios busca calidad.
Si el agente de pastoral se convierte y gana buenos discípulos, de seguro hará de ellos, por la fuerza del Espíritu Santo, buenos discípulos misioneros, pues desde su experiencia, aprende del Maestro y es enviado a anunciar dicho mensaje.
Continuaba Padre Marcelino recordando a Papa Francisco, “mensajero de la esperanza”, quien nos invita a “revisar lo que hacemos y estableciendo prioridades”, es decir, plantearse la pregunta: ¿Qué es lo realmente importante? Si no tenemos claridad en este punto, podemos quedarnos con situaciones o ideas secundarias, que no son lo fundamental.
Además, es necesario ser fieles al mensaje: “Fidelidad a Dios, que se traduce en fidelidad a los hombres, a las personas a quienes servimos.
Finalmente, mencionaba también Padre Marcelino a la luz del Documento de Aparecida, que si “es Dios el que guía, él conducirá y nos dará a conocer su Voluntad”.
Posteriormente, con base en textos bíblicos proporcionados para la reflexión, los agentes de pastoral presentes en la Asamblea, compartieron en grupos de trabajo, el sentido de los textos bíblicos (Llamado de Abraham, en Génesis; experiencia de las primeras comunidades cristianas, en Hechos de los Apóstoles; y la escucha de la Palabra, en el Evangelio de Mateo). Y junto a los textos bíblicos, se compartieron preguntas que generaron propósitos para llevar a la práctica a nivel personal, a nivel parroquial y a nivel diocesano.
Luego, Padre Marcelino compartió algunas preocupaciones sobre las dificultades que se experimentan como parte de la labor pastoral, e iniciativas que se pueden llevar a cabo para fortalecer dicha labor pastoral, a saber: Falta de formación de agentes de pastoral, encuentros con agentes de pastoral a nivel de Diócesis; los peligros que generan el funcionalismo, el relativismo y el individualismo. Se planteó también que no hay parroquias malas, sino situaciones distintas, así como también invitó a considerar “los milagros” que ocurren en el día a día: la celebración de las eucaristías mensuales, poder disponer de recursos para llevar adelante la labor pastoral (como combustible), el acompañamiento de religiosas que pueden, en un momento dado, ofrecer un tratamiento médico.
Después de estos planteamientos, se coordinó una misión parroquial para el mes de septiembre, con la preparación correspondiente durante el mes de agosto. Esta misión tendrá como fin preparar a las comunidades que se puedan visitar para vivir y celebrar de la mejor manera la fiesta patronal en honor de “San Miguel Arcángel”, cuyas novenas se celebrarán del 20 al 28 de septiembre y su fiesta solemne el domingo 29 de septiembre.
Se invitó igualmente a los jóvenes que se preparan para la Confirmación para el Encuentro Diocesano de Confirmandos para el día 28 de septiembre.
Se organizaron algunos detalles en torno a la celebración del adulto mayor, que se celebra como parte de las actividades de las fiestas patronales.
Para finalizar se dio cordial agradecimiento a la señora Dulce María González, Delegada de la Palabra de la comunidad de Tara, quien después de 35 años, por motivos familiares se traslada a otro lugar. Ofreció su testimonio, agradeciendo a Dios por todas las muestras de su amor y a los sacerdotes que estuvieron siempre anuentes a orientarla en la labor que realizaba.
La Asamblea culminó con la bendición de los alimentos y el compartir del almuerzo.
Redacción Hermano Edison Vallejos
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