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Año Jubilar 2025

En la Iglesia Católica, un Año Jubilar representa un tiempo santo de perdón, conversión y reconciliación con Dios. Este año se asocia con la indulgencia plenaria, un acto de gracia por el que los católicos pueden recibir la remisión de sus pecados a través de la confesión, oración, y actos de caridad.

La Iglesia Católica adoptó la celebración del Jubileo en el año 1300 bajo el Papa Bonifacio VIII, quien declaró el primer Año Santo con la finalidad de renovar espiritualmente a los fieles. El Jubileo representa un tiempo de gracia, reconciliación y compromiso renovado con la fe.

"El próximo Jubileo, por tanto, será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios." Papa Francisco BULA DE CONVOCACIÓN

Peregrinos de Esperanza

El logo representa cuatro figuras estilizadas que indican la humanidad proveniente desde los cuatro rincones de la tierra. Abrazadas entre ellas, indican la solidaridad y la fraternidad que une a los pueblos. La primera figura está aferrada a la cruz. Es el signo no solo de la fe que abraza, sino también de la esperanza que nunca puede ser abandonada, porque necesitamos siempre de ella, sobre todo en los momentos de mayor necesidad.

Es útil observar las olas que la rodean y que están en movimiento, porque muestran que la peregrinación de la vida no siempre pasa por aguas tranquilas. Muchas veces las experiencias personales y los eventos del mundo exigen con mayor intensidad el llamado a la esperanza. Es por esto que se debe subrayar la parte inferior de la cruz que se alarga transformándose en un ancla y que se impone sobre el movimiento de las olas. Bien sabemos que el ancla ha sido usada como metáfora de la esperanza.

De hecho, el ancla de la esperanza es el nombre que en la jerga marina se da al ancla de reserva usada por las embarcaciones para hacer maniobras de emergencia que permitan estabilizar la barca durante las tormentas. No se olvide el hecho de que la imagen muestra cómo el camino del peregrino no es un hecho individual, sino comunitario con la impronta de un dinamismo en crecimiento que tiende cada vez más hacia la cruz.

Con la bula Antiquorum habet, el 22 de febrero de 1300, Bonifacio VIII proclamó el 1300 como año jubilar Primer Jubileo

En la era cristiana, tras el primer Jubileo en 1300, los plazos para la celebración del Jubileo fueron fijados por Bonifacio VIII cada 100 años. A raíz de una petición de fieles romanos hecha al Papa Clemente VI (1342), el periodo se redujo a 50 años.

En 1389, en recuerdo del número de años de la vida de Cristo, fue Urbano VI quien quiso fijar el ciclo jubilar cada 33 años, y convocó un Jubileo en 1390, que, sin embargo, fue celebrado por Bonifacio IX tras su muerte.

El último en celebrar un Jubileo de 50 años fue el Papa Nicolás V en 1450, ya que Pablo II redu el periodo interjubilar a 25 años, y en 1475 se celebró un nuevo Año Santo por Sixto IV. A partir de entonces, los jubileos ordinarios se celebraron a intervalos regulares.

Bula jubilar del 22 de febrero de 1300, Antiquorum Habet Fida Relatio

Bula jubilar del 22 de febrero de 1300, Antiquorum Habet Fida Relatio

Apertura Jubileo 2025 - Atalaya

Apertura parroquial del Jubileo 2025, preside Monseñor Audilio Aguilar Aguilar Obispo de la Diócesis de Santiago.

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Peregrinación

El Jubileo nos pide que nos pongamos en camino y que superemos algunos límites. Cuando nos movemos, de hecho, no cambiamos solo de lugar, sino que nos transformamos nosotros mismos. Por eso, es importante prepararse, planificar el trayecto y conocer la meta. En este sentido la peregrinación que caracteriza este año empieza antes del propio viaje: su punto de partida es la decisión de hacerlo. La etimología de la palabra ‘peregrinación’ es decididamente significativa y ha sufrido pocos cambios de significado. En efecto, la palabra deriva del latín per ager, que significa “a través de los campos”, o per eger, que significa “cruce de frontera”: ambas raíces señalan el aspecto distintivo de emprender un viaje.

El recorrido, en realidad, se construye progresivamente: hay varios itinerarios por elegir, lugares por descubrir; las situaciones, las catequesis, los ritos y las liturgias, los compañeros de viaje permiten enriquecerse con nuevos contenidos y perspectivas. La contemplación de lo creado también forma parte de todo esto y es una ayuda para aprender que cuidar la creación “es una expresión esencial de la fe en Dios y de la obediencia a su voluntad” (Francisco, Carta para el Jubileo 2025).

Fuente:

https://www.iubilaeum2025.va

https://www.vatican.va