“Seamos custodios y jamás dueños de las personas y de la gracia”, “canales de misericordia en este tiempo jubilar”: fueron palabras del Papa Francisco al recibir en audiencia en la mañana de este viernes, en la Sala Regia en el Vaticano, a los participantes en el Foro interno organizado por la Penitenciaría Apostólica, dirigido a sacerdotes y seminaristas próximos a recibir la ordenación, con el fin de formarlos para administrar bien el Sacramento de la Reconciliación.

“La misericordia antes de ser una virtud humana es la elección definitiva de Dios a favor de todo ser humano para su eterna salvación, sellada con la sangre del Hijo de Dios”, afirmó el Pontífice en su discurso.

“Esta divina misericordia puede alcanzar gratuitamente a todos aquellos que la invocan”, y es “abierta a todos” – aseguró el Papa - “como la más grande de las ‘puertas santas’ porque coincide con el corazón mismo del Padre”, que ama a todos sus hijos”, en particular a quienes están alejados.

Tras señalar que el Padre puede alcanzar a toda persona en muchos modos, Francisco indicó un “camino cierto” de la misericordia, a través del cual se pasa de la posibilidad a la realidad, de la esperanza a la certeza:

“Este camino es Jesús, el cual tiene el poder en la tierra de perdonar los pecados”. Por lo tanto – aseguró– “el Sacramento de la Reconciliación es el lugar privilegiado para hacer experiencia de la misericordia de Dios y celebrar la fiesta del encuentro con el Padre”.

 

Official Vatican Network - Foto (L´Osservatore Romano)