“Contemplando el pesebre, nos preparamos para el Nacimiento del Señor. Será verdaderamente una fiesta si acogemos a Jesús, semilla de esperanza que Dios siembra en los surcos de nuestra historia personal y comunitaria”, con estas palabras el Papa Francisco explicó en la Audiencia General del tercer miércoles de diciembre, el significado de la esperanza cristiana en vísperas de la Navidad.

Continuando su ciclo de catequesis sobre la virtud de los pequeños, de los pobres y de los humildes, es decir, sobre “la esperanza cristiana”, el Obispo de Roma señaló que, “solamente confiando en Dios y haciendo crecer la semilla de esperanza que Dios siembra en los surcos de nuestra historia personal y comunitaria podremos alcanzar la vida eterna”. Ya que cada “si” a Jesús que viene es un germen de esperanza y de salvación. Esta es la actitud del cristiano dijo el Pontífice, contrariamente a aquella actitud del que confía en sus propias seguridades, sobre todo materiales, y que no espera la salvación de Dios. Fijemos bien esto en la cabeza, concluyó el Papa, “nuestras propias seguridades no nos salvaran”.

 

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