El Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio Dominical (cf. Mc 7,31-37) que relata la milagrosa curación de Jesús a un sordomudo, y explicó que el modo de actuar del Maestro, "siempre discreto", es el estilo que todos los cristianos estamos llamados a imitar.

En la soleada mañana del 9 de septiembre, XXIII Domingo del tiempo ordinario, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus junto a miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

"Siempre con discreción. No quiere impresionar a la gente, no está en la búsqueda de popularidad o éxito, sino que sólo quiere hacer el bien a las personas. Con esta actitud, Él nos enseña que el bien debe hacerse sin clamores y sin ostentación, sin hacer sonar la trompeta, va realizado en silencio".

"El Hijo de Dios es un hombre plenamente integrado en la realidad humana, por lo tanto, puede comprender la condición dolorosa de otro hombre e interviene con un gesto en el que está implicada toda su propia humanidad", asegura Francisco haciendo hincapié en que, al mismo tiempo, Jesús quiere hacer entender que el milagro se produce por su unión con el Padre:

«Por esta razón, levantó su mirada al cielo. Luego suspiró y pronunció la palabra resolutiva: "Effatá", que significa "Ábrete". Y al instante el hombre fue sanado: sus oídos se abieron, su lengua se soltó. La sanación era para él una "apertura" a los demás y al mundo».

El ser humano necesita una doble curación: del cuerpo y del alma

"En primer lugar, la curación de la enfermedad y el sufrimiento físico, para restaurar la salud del cuerpo, si bien este objetivo no es plenamente alcanzable en el horizonte terrenal, a pesar de los esfuerzos de la ciencia y la medicina".

"Pero hay una segunda sanación, quizás más difícil, - dice el Papa- y es la sanación del miedo que nos empuja a marginar a los enfermos, a los que sufren, a los discapacitados".

"Nos quedamos sordos y mudos ante los dolores de las personas marcadas por enfermedades, angustias y dificultades. Demasiadas veces el enfermo y el sufriente se convierten en un problema, mientras que deberían ser una oportunidad para mostrar la preocupación y la solidaridad de una sociedad hacia los más débiles", añadió.

 

Oración del Ángelus 2018-09-09

 

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