¡Cristo resucitó! Un llamado a la misión

«El anuncio de alegría y esperanza- dijo en español - que culmina el triduo, nos recuerda que las cosas viejas han pasado y todo ha sido renovado en Cristo, muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra glorificación. Este anuncio es también una llamada a la responsabilidad en la misión, pues renueva en todos los bautizados el sentido de nuestra nueva condición, y nos invita a despojarnos del hombre viejo para vivir como hombres resucitados, que hacen del mundo un espacio nuevo donde ser, gracias a Cristo y con Él, instrumentos de consuelo y esperanza para aquellos que sufren todavía hoy la humillación y la soledad».

Jesús el único que nos justifica y nos hace renacer

Sucesivamente, retomando las palabras del Apóstol Pablo que resumen el evento Pascual, «Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado» recordó que nuestro Señor es el único que nos justifica y nos hace renacer, y que para ello, “no se debe pagar nada”, porque la justificación “es gratuita”.

El cristiano que se deja lavar por Cristo, inicia una vida nueva

“Un cristiano, repito, es pecador, todos lo somos, yo lo soy, pero tenemos la seguridad que cuando pedimos perdón, el Señor nos perdona. El corrupto finge ser una persona honrada, pero al final, en su corazón, hay putrefacción”, expresó, y recordó a los presentes a los así llamados “cristianos mafiosos”, que llevan la muerte en el alma y también a los demás. Cristianos que, según Francisco, “terminarán mal”, por lo que invitó a rezar por ellos, para que el Señor toque sus almas.

 

Lavémonos los ojos del alma

“Dejémonos, en esta Pascua, lavarnos el alma, lavarnos los ojos alma, para ver las cosas bellas y hacer cosas bellas. ¡Esto es maravilloso”. “Es un signo de cómo ver a Jesús Resucitado”.

 

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